Enfermería domiciliaria para Adultos Mayores en Bogotá

La hipertensión, no es más que la presión arterial alta y es considerada “asesina silenciosa” porque en la mayoría de los casos no muestra síntomas. En Colombia, se ha establecido como la quinta enfermedad con mayor prevalencia entre adultos mayores. Estudios recientes comprobaron que está presente en 4.6% de hombres y 6.6% de mujeres. Para que a una persona de la tercera edad se le diagnostique hipertensión arterial, esta debe arrojar un valor igual o mayor a 140/90 mmHg.

Algunos médicos clasifican como pre-hipertensión, cuando se tiene una presión arterial entre 140/90 mmHg. La pre-hipertensión es cuando la presión sistólica (la primera cifra) se encuentra entre 120 y 139, y la presión diastólica (segunda cifra) entre 80 y 89. Si un adulto mayor se encuentra en la etapa de la pre-hipertensión, lo más probable es que padezca de hipertensión en un futuro si no se toman las medidas necesarias para prevenirla.

Hoy en día esta condición puede prevenirse e incluso controlarse, con unos pocos cambios como: dieta balanceada baja en sal con abundantes frutas y vegetales, rutina de ejercicios de bajo impacto, moderación en el consumo de alcohol, no fumar y cumplir con la medicación indicada, especialmente si el paciente es un adulto mayor.

Cuando nos referimos a la hipertensión, no estamos hablando de una enfermedad inocua, ya que luego de varios años sin tratamiento, la presión arterial alta puede llegar a producir importantes complicaciones, que a su vez, son las causantes de diversas enfermedades, muchas de ellas invalidantes e incluso fatales. Entre las cuales tenemos:

   Agrandamiento del corazón, particularmente el engrosamiento de sus paredes, esto puede reducir la eficiencia del corazón, generar arritmias, y a largo plazo, conducir a la insuficiencia cardíaca.

   Pérdida de la capacidad del corazón para bombear la sangre que necesita el organismo produciendo insuficiencia cardíaca. En estos casos, el órgano se dilata y comienzan a aparecer síntomas como fatiga e hinchazón en los pies.

   Deterioro de la función del riñón con requerimiento de diálisis o trasplante renal.

   Infarto cerebral y hemorragia intracerebral, son las complicaciones más temidas de la hipertensión arterial. Si el déficit neurológico dura menos de 24 horas se denomina “ACCIDENTE ISQUÉMICO TRANSITORIO”: son situaciones que duran menos de 60 minutos pero por lo general son predecesoras de un futuro ACCIDENTE CEREBRO VASCULAR: definitivo.

   Lesiones cerebrales y degeneración de las fibras del cerebro, estas lesiones son muchas veces asintomáticas pero su acumulación puede llevar a alteraciones cognitivas importantes.

La única manera de diagnosticar esta enfermedad, es hacerse medir la presión con un doctor, y lo más recomendable es que antes de hacer la medición el paciente no haya fumado o bebido café en los últimos 30 minutos, tenga la vejiga vacía pues de lo contrario puede variar la cifra y que se encuentre sentado o acostado desde los 10 minuto previos a la toma.

La hipertensión es una enfermedad silenciosa, porque muestra muy poca sintomatología, aun así debemos recordar que es muy frecuente, y puede ser fatal en adultos mayores si no se diagnostica a tiempo y si no recibe un tratamiento oportuno. Entonces lo ideal es estar alertas pues una persona puede sufrir hipertensión por años sin siquiera saberlo. Y para no perder de vista la salud de un adulto mayor, Cuidados Dorothea pone a su disposición las mejores enfermeras a domicilio de Bogotá, contamos con personal altamente capacitado en el cuidado de ancianos y acompañamiento de adultos mayores en casa. No dude en contactarnos, adaptamos nuestra propuesta a su presupuesto y necesidades.